DICTADO B/V
DICTADO
El bisabuelo recibió con bastante amabilidad a su bisnieto. Desde la vieja butaca observaba con benevolencia a su pequeño microbio, como él le llamaba. Le ofrecía bizcochos y galletas de avena, que eran su debilidad, inventaba historias absurdas y recitaba versos burlescos para divertirlo. Incluso cambió el mobiliario de la biblioteca para que el pequeño inválido, cuya movilidad era muy reducida, pudiera recibir allí sus visitas. Sólo pensaba en su bienestar.
Esta actitud tuvo muchos beneficios para el jovencito, que, a pesar de que era visto por sus compañeros como un chico débil, vago y rebelde, un imbécil que no servía para nada, comenzó a cumplir con su deber convencido por el viejo, a quien veneraba, y obtuvo varios sobresalientes en el bachillerato bilingüe.